Situado en el valle del Hornija. Su iglesia parroquial es de estilo mudéjar de dos naves, con cubierta de madera y dedicada a la Asunción.
Cuentan que esta localidad situada a unos 33 kilómetros de Valladolid, allá por el siglo XIV se llamaba Villa-Sesmill, palabra compuesta por "Villa" y el nombre hispano-germánico "sesmirus". La terminación "mill" procede de "mirus", famoso, célebre. Sin embargo otras teorías se inclinan más por que este curioso nombre para un pueblo castellano, puede provenir de "La villa de los seis emires".
Su pasado histórico se ve reflejado a lo largo de su entorno urbano, sus casas de adobe y su preciosa iglesia de la Asunción del siglo XVI realizada dentro del estilo mudéjar en adobe y piedra, con la torre de piedra. En el interior, existen dos naves cubiertas con un bello artesonado mudéjar y un retablo mayor con influencias neoclásicas, aunque también se aprecian diversos adornos de estilo rococó.
El otro edificio significativo es la Ermita barroca del Cristo de la Agonía del siglo XVII. Está construida en piedra con espadaña, una nave cubierta con bóveda de cañón con lunetos y una capilla mayor con yeserías del XVIII. Al exterior presenta una portada de medio punto resguardada por pórtico con columnas toscanas.
Las tres fiestas de la villa son de carácter religioso, siendo la primera de ellas las de San Blas, el 3 de febrero, en donde el frío y el vino español que ofrece el ayuntamiento
es lo más representativo. Durante la época veraniega tienen lugar otros dos festejos, uno de ellos es el 2 de julio en honor a Santa Isabel y el otro es de reciente creación, ya que en el año 1.997 beatificaron a uno de sus más ilustres hijos como es el Obispo Florentino, y desde entonces cada 9 de agosto le rinden culto con una comida conjunta entre todos los vecinos y allegados de la localidad.